Felicitas, Dana, y las niñas
Felicitas, una proveedora de cuidado infantil que lleva años trabajando con All Our Kin, es oriunda del Estado de Puebla, México y vive en los Estados Unidos desde hace 20 años. Ella está participando en el Garden Project en el cual 15 proveedores han recibido cajas elevadas para hortalizas y están recibiendo apoyo educacional de Common Ground y All Our Kin para cultivar jardines educacionales. Señora Teresa, la madre de Felicitas, está visitando de México. Durante su estadía, ella también ha trabajado en los jardines en el patio de Felicitas.
Sra. Teresa muestra el Epazote
De hecho, las dos están cultivando algunas plantas mexicanas con semillas traídas de México y cuidando otras que han aparecido, que aquí muchos tratan como malezas o “hierbas malas,” pero que en verdad son comestibles e incluso comercializadas en los mercados agrícolas en México. “Mi mamá ha enviado muchas semillas, pero no todos crecen, por el clima,” dijo Felicitas. Las plantas que sí se están dando bien son el alache, ingrediente principal en la sopa de violeta; la verdolaga, con la que se hace sofritos y moles; el quelite o aplagada que es una hoja que se come cocinado al vapor con ajo, cebolla y sal a gusto (y gotas de limón y picante si lo prefiere); y el epazote, una hierba parecida a la menta pero sin la misma dulzura, que se usa para sazonar el chilatole. De hecho, durante nuestra visita Felicitas nos preparó quesadillas con epazote y estaban deliciosas, con un sabor muy especial.
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Sopa de violeta
4 porciones
Se pone un litro de agua a hervir y se agrega dos dientes de ajo picados, sal a gusto y media cebolla picada. Cuando el agua está hirviendo, se agrega una libra de hojas de alache picadas y pipicha. Se apaga el fuego y se sirve con limón y con chiles picantes. Se puede tomar caliente o fría.
Receta oral ofrecida por Sras. Teresa y Felicitas.
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Alache
Sra. Teresa fue campesina en los campos de Puebla, y cultivaba “cebolla, rabanito, maíz, frijol, calabaza y flores,” contó. Hablando de las recetas mientras las va contando, ella dice, “Éstas son comidas que no se encuentran aquí. Son del campo [mexicano]. En el campo, la comida es humilde. En vez de comer carne, se puede echar calabaza, ejotes, calabacitas, flor de calabaza.” Se conoce y se aprovecha casi todo lo que sale de la tierra.
Felicitas mira sus matas de calabacita. “Hay poco espacio. Si tuviera más matas, seis en vez de tres, podría hacer sopa de flor de calabaza.” Ella explica que hay dos tipos de flores – las que trae la calabacita y las que no. Se corta la que no trae la calabacita. Ella sale todas las mañanas a cortar una o dos flores. Las junta y cada tercera mañana, desayuna quesadillas de flor de calabaza. “Es muy fácil,” dice Felicitas.
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Quesadillas de flor de calabaza
4-6 porciones
Se pica finito 6-8 flores del calabaza y 1-2 calabacitas, todas fresquitas del jardín (en lo posible). Toma 4-6 tortillas de harina integral, y para cada una un puño generoso de queso rallado tipo mozzarella o queso mexicano para freír. En el medio de cada tortilla, se echa el puño de queso y una porción de la mezcla de flores de calabaza y calabacitas. Se coloca las tortillas sobre una lata en el fuego y se tuesta por unos dos minutos cada lado. Se puede añadir sal y picante a gusto.
Quesadillas de flor de calabaza
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En el 2000, cuando Felicitas estaba embarazada de su hijo, antojaba la sopa de violeta. “Se me hacía agua a la boca,” dijo. Pero vivía en apartamento y tenía que viajar a Hartford, donde su hermano, para comer alache. “Era un día especial,” dice. “Son sabores que se extrañan.”
Felicitas está feliz porque ahora vive en un lugar donde puede sembrar y cultivar. Ahora tiene cajas elevadas hechas por su marido, y también las tres cajas nuevas del Garden Project. Y recibe mucha ayuda en su jardín. “La cosa que más me gusta hacer en jardín es ayudar a las plantas,” declaró una niña en su programa. Los niños que Felicitas cuida participan en todos aspectos del jardín, y ayudan con la siembra, el cultivo, y la cosecha. Un niño dijo durante la actividad de regar, “Esa planta tenía tanta sed que tomó todo el balde!”
Los niños disfrutan de las verduras en la cocina también, y ya han probado las quesadillas de flor de calabaza y el nopal, un cactus típico de Puebla. Felicitas recuerda, “crecí con esto, sembrando, cuidando, cosechando y después comiendo de los jardines. Era parte del ingreso familiar.” Tener un jardín con todas las plantas de su niñez “es una manera de conectarme con mis raíces,” dice.
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Sopa Azteca
4-6 porciones
Se pone a hervir un litro de agua, y se agrega un poco de aceite de oliva, media cebolla y dos dientes de ajo picados. Una vez hirviendo, se agrega dos libras de flores de calabaza picadas finas y sal a gusto. Luego se agrega queso para freír en trozos. Una vez cocidas las flores, se apaga el fuego y listo. Al comer, se acompaña con tortillas, y si tiene, pedazos de carne asada.
Receta oral ofrecida por Sra. Felicitas.
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